Si hace unos días te dábamos pistas para que disfrutases de los mejores atardeceres de la isla, hoy te desvelamos los parajes clave para que estés presente justo en el momento más mágico del día: cuando todo comienza de nuevo…
Ses Figueretes
Este conjunto de pequeñas calas de arena fina separadas por salientes rocosos y brillantes aguas claras se encuentra situado en el núcleo urbano de la capital de la isla.
Con unas fantásticas vistas a Dalt Vila, es una bahía cerrada protegida del oleaje, desde donde se divisan además diversos islotes y escollos.
Con un fondo marino arenoso, es una cala apta para fondear, pero sin servicio de comida para embarcaciones.
Talamanca
Con casi un kilómetro de longitud, es una de las playas más largas de la isla.
Situada a escasos metros de la ciudad de Ibiza, tanto desde sus aguas como desde su bares y cafeterias a pie de playa se puede disfrutar de una de las auroras más espectaculares de la isla rodeados de una calma absoluta.
La arena de la playa se extiende hacia el fondo marino, en el que también se pueden encontrar zonas de vegetación marina.
Está permitido el fondeo, aunque tampoco tiene servicio de restauración para los barcos.
Ses Salines
Quizá una de las playas más conocidas de Ibiza por la belleza de su entorno, Ses Salines ofrece albores imprescindibles por su poética hermosura .
Inmersa en el Parque Natural de Ses Salines, una extensión de terreno al sur de la isla en el que el mar entra para obtener sal una vez que el agua se evapora, es una larga playa de arena fina con cálidas aguas de color turquesa,
Un rincón costero de alto valor paisajístico y prácticamente virgen, con alucinantes vistas a S’Espalmador y Formentera, donde las condiciones son óptimas para anclar, sobre un fondo de arena con alguna roca.
Los lujosos xiringuitos de la playa (Malibú, Jockey Club y Sa Trinxa) ofrecen servicio de comidas a las embarcaciones.
Cala Sant Vicent
Al noroeste de la isla también podrás deleitarte con una salida del sol de ensueño.
Conocida también como Cala Maians o Sa Cala, esta cala se encuentra cerca de sa Cova d’es Cuieram, el santuario púnico del siglo V antes de Cristo.en honor a la Diosa Tanit.
La hermosa vista de un frondoso pinar en la parte trasera de la cala y su gran arenal fino con aguas cristalinas, te acompañarán en una espectacular salida del sol.
Al abrigo de las corrientes eólicas del norte y oeste, sus aguas son aptas para fondear sobre el fondo arenoso, eso si, vigilando algunas rocas existentes a 20 metros de la costa.
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