Cala Jondal es una playa bellísima y muy visitada por veleros y yates de recreo, en un entorno virgen de pinos y acantilados. Es además una de las playas más de moda de Ibiza, debido a su oferta de beach clubs, que destacan entre los mejores de la isla. Allí encontramos el mítico Blue Marlin, un lugar perfecto para comer algo o para bailar al ritmo de la música de los mejores dj’s hasta el anochecer. En Cala Jondal también hay otros chiringuitos, como Tropicana –ideal para disfrutar de deliciosos arroces- y Jondal: uno de los restaurantes más aclamados del panorama gastronómico actual ibicenco, y un lugar de imprescindible visita para cualquier amante de la buena mesa. Algunos de estos beach clubs ofrecen un servicio de traslado mediante zodiac y la mayoría ofrece también la posibilidad de llevar las bebidas y la comida al yate. ¿Qué más se puede pedir?
Merece la pena llegar hasta la bahía de Porroig, porque es uno de los puntos donde no suele haber muchos turistas. Puesto que no es una playa como tal (en su orilla apenas hay arena) lo ideal es llegar hasta aquí en barco para disfrutar de un impresionante baño en aguas cristalinas, rodeados de naturaleza y respirando la paz única de este lugar. Al contrario que Jondal, Porroig es una cala que no cuenta con ningún restaurante o chiringuito, por lo que ofrece un plan mucho más sosegado.
Cala d’Hort es una encantadora playa que ofrece impresionantes vistas al enigmático islote de Es Vedrà. Visitarla en barco es todo un privilegio, ya que podremos contemplar esta maravilla de la naturaleza más de cerca. Es por ello que esta pequeña calita es una de las favoritas de nuestros clientes de alquiler de barcos en Ibiza. En ella encontramos dos restaurantes: El Carmen y Es Boldadò, que son perfectas opciones para dejarse sorprender por la gastronomía tradicional ibicenca.
Si buscas perderte en la tranquilidad del Mediterráneo, te encantará Es Portitxol: una calita aislada, completamente alejada de las rutas que emprenden los turistas. Está precedida por una entrada estrecha de acantilados, rodeada de suaves laderas y un denso pinar. La suelen frecuentar los pescadores de las casetas varadero que se arremolinan a ambos márgenes de la orilla, así como los viajeros más intrépidos, dispuestos a caminar por abruptos senderos para llegar hasta aquí. Por ello precisamente es una playa ideal para llegar en barco.
Contáctanos
